Hispanidad, martes, 04 de mayo de 2010
Para construir su ansiado museo de la reinterpretación de la historia
Hacer del Valle de los Caídos un museo de reinterpretación de la historia ha sido una de las mayores aspiraciones del PSOE de Zapatero desde 2004. Cuando le preguntaron a Carmen Calvo, entonces ministra de Cultura, ella contestó que el tema lo llevaba directamente De la Vega. Pero el asunto quedo en el cajón en la primera legislatura. En la segunda la ofensiva ha sido mucho más clara. Paso a paso, sin prisa, pero sin pausa. La estrategia consiste en ir despojando al Valle de sus aspectos religiosos. En paralelo, ir ahogando financieramente a los monjes de sus fuentes de ingresos. Los monjes viven del bar que atiende a los 400.000 turistas que visitan anualmente el Valle. Si el Valle está cerrado -como lo está injustificadamente- los monjes se arruinan. Una vez que abandonen, el despliegue es más fácil. Aunque la Ley de Memoria Histórica señale el Valle como lugar de culto y enterramiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario