Llámenlo rufianismo, llámenlo gentucismo. Hemos conseguido que mande la calle, el callejón del gato. Por cojones
HERMANN TERTSCH
10-Dic-2010
LES aseguro que pasé la tarde pensando en el título que al final no lleva esta columna. Me lo había regalado —impensable en bandeja, mejor en tartera sobre un hule—, la inefable ministra de Sanidad. Era el título ideal. Pero la venerable cabecera del ABC, el espíritu de los Luca de Tena, los más de cien años del diario, despertaron en mí un miedo reverencial que me han llevado a esconderlo aquí en el texto. Esta columna debía haberse llamado «Los cojones de Pajín». Y, no les voy a engañar, me ha dado no sé qué. Es un pudor irracional. Porque, al fin y al cabo, es puro lenguaje ministerial. Pero vayamos a los antecedentes. Resulta que doña Leire Pajín, ministra responsable de nuestra salud gracias a su ineptitud para dirigir la organización socialista de Ferraz ......... (seguir lectura)
HERMANN TERTSCH
10-Dic-2010
LES aseguro que pasé la tarde pensando en el título que al final no lleva esta columna. Me lo había regalado —impensable en bandeja, mejor en tartera sobre un hule—, la inefable ministra de Sanidad. Era el título ideal. Pero la venerable cabecera del ABC, el espíritu de los Luca de Tena, los más de cien años del diario, despertaron en mí un miedo reverencial que me han llevado a esconderlo aquí en el texto. Esta columna debía haberse llamado «Los cojones de Pajín». Y, no les voy a engañar, me ha dado no sé qué. Es un pudor irracional. Porque, al fin y al cabo, es puro lenguaje ministerial. Pero vayamos a los antecedentes. Resulta que doña Leire Pajín, ministra responsable de nuestra salud gracias a su ineptitud para dirigir la organización socialista de Ferraz ......... (seguir lectura)
Día 10/12/2010

¡¡Que ordinaria es la señora (por decir algo) ministra!!.
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