viernes, 29 de marzo de 2013

MIRANDO LA SEMANA SANTA.

He de indicar que sí voy a ser muy crítico con la actual SEMANA SANTA. Sirva esto para aclarar posiciones de partida.

También quiero aclarar que también soy muy partidario de las PROCESIONES DE SEMANA SANTA, pero no como se celebran ahora. Los cristianos debemos manifestar abierta y públicamente nuestra fe a todo el mundo. Estamos en la obligación de decir lo que creemos, como pensamos, pero la verdad no actuamos como JESUS quería y deseaba.

¡A ver si aclaro esto!.


Debemos de sacar los pasos y tronos con las situaciones vividas en los últimos momentos de la vida humana de JESUS. Su entrada en Jerusalén, de la Sagrada Cena, del Beso de Judas, de camino del Gólgota, de la Crucifixión, de la agonía, de la muerte, del descendimiento. ¡¡Pero sin lujo, sin boato, sin mantos de dos o cuatro metros bordados en otro y pedrería, sin dagas atravesando el corazón de MARIA!!


Y también sin saltos, sin bailes de tronos, sin gritos, sin cantes, sino simplemente en silencio, con recogimiento, reflexionando sobre los momentos de pasión, de dolor, de angustia sobre la próxima muerte, y “muerte de cruz”.


La COFRADIAS, las Hermandades de Penitencia tienen que sufrir una PROFUNDA CATARSIS de existencia. No deben de hacer “guerras” de cual es más rica, cual es la más numerosa, cual es la que dura más su procesión de penitencia. Deben de quitarse los capirotes, ¿por qué los cristianos debemos ir con la cara tapada y decir a todos que lo que hacemos lo hacemos por tener unas determinadas creencias?. ¿Por qué escondernos de ser seguidores de CRISTO?.


Sobra parafernalia, boato, oficialidad, y falta humildad, caridad y FE.


Me viene a la memoria las palabras del propio JESUCRITO, que les dijo a los apóstoles:


“Vayan, en cambio, a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente. No lleven encima oro ni plata, ni monedas, ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento. (San Lucas, 9.3)”.


Pero si lo quieren más actual, aquí van las palabras del PAPA FRANCISCO: “Vivir la Semana Santa siguiendo a Jesús quiere decir aprender a salir de nosotros mismos, ir al encuentro de los otros, ir a la periferia, ser los primeros en movernos hacia nuestros hermanos, sobre todo hacia los que están más lejos, aquellos que están olvidados, aquellos que necesitan comprensión, consuelo y ayuda"


Ese es el camino actual.


Yo, humildemente, recomendaría a los gerifaltes y mandamases de las COFRADIAS DE PENITENCIA de España que viesen la película de Mel Gibson, titulada la PASION DE CRITO, y recordar las palabras del Papa JUAN PABLO II, que cuando terminó de verla dijo:


“Es como fue”.


Solo un hombre-DIOS sufriendo sobre una cruz de madera simple, una madre llena de dolor. Y nada de cruces de madera con incrustaciones de plata, o una madre con mantos bordados de oro.


Por eso, y en vista de cómo se hace y no debería de hacerse, yo me voy.

Saturnino Martin Cerezo, “el Ultimo de Filipinas”.

4 comentarios:

  1. Sr. Martín Cerezo:
    Por la forma de expresarse imagino que usted es católico y que todos los años cuando realiza su declaración de la renta, si es que está obligado a hacerla, pondrá una X en la casilla de ayuda a la Iglesia. Pues bien, de igual modo siglos atrás los cristianos tenían otra forma de colocar la X para que su contribución ayudase al sostenimiento de la Iglesia durante toda nuestra Era. Con estas contribuciones realizadas de una u otra forma, la Iglesia ha conseguido un patrimonio que en nuestro tiempo puede que lo veamos ostentoso, pero debemos de respetarlo, ya que esas otras personas que no pueden poner la X en la casilla, ponen su arte y su maña en confeccionar un manto para una Virgen, o engalanar un trono para los desfiles procesionales.
    En cuanto a la forma de expresar su devoción, usted igual lo hace como dice en su artículo, pero otros lo manifiestan con cantos, saetas y se permiten igualmente mecer una imagen con todo el cariño y devoción que a ellos les merece.
    Por tanto creo que todos debemos respetar a todos y sobre todo las tradiciones que han ayudado a que nuestra Semana Santa siga subsistiendo a pesar de la ola de “modernidad” laicista que azota cada día más a la Iglesia Católica.

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    1. A mí, como aprendiz de cristiano que soy, me gustaría ver llenas las Iglesias todos los domingos. Me gustaría ver a los chicos jóvenes apoyando a los necesitados, a los pobres y no dando gritos de histeria por un jovencito cantante de moda.
      Me gustaría ver que la moralidad llena la vida de la sociedad. Me gustaría ver que la piedad y la justicia imperen, sin necesidad de exigirla.
      Me gustaría que la mierda de la corrupción desaparezca de nuestro entorno. Me gustaría que no hubiese cinco millones de parados.
      Me gustaría que los católicos se muestren como tales en todos los órdenes de la vida, en la familia, en el trabajo, en su entorno social. Me gustaría que los cristianos no se avergüencen de serlo, que lo enseñoreen con humildad y sin ningún atisbo de vergüenza.
      En fin, mi querido amigo anónimo, vea VD, lo difícil que es ser cristiano.
      Pero hemos de seguir en la lucha.
      Un fuerte abrazo de Saturnino Martin Cerezo, el "Ultimo de Filipinas".

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  2. Magnifica declaración de intenciones Sr. Martín Cerezo. Tan magnífica como utópica.
    Esperemos que durante el Pontificado de el Papa Francisco, se consiga un acercamiento notable a esas intenciones.
    Mientras tanto paciencia y tolerancia.
    Otro abrazo.

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    1. ¡¡Muchas gracias ANONIMO COMUNICANTE!!,

      ¿Pero acaso el CRISTIANISMO no es MAS QUE UNA UTOPIA?.
      Cuando Tomás Moro escribió UTOPIA, pretendía que fuese una ciudad cristiana. No pudo llevarse a feliz término. ¿Sabe Vd. por qué?. Sencillo. El material humano no es perfecto.
      Pero que duda cabe que es a lo que aspiramos los cristianos. Intentar un poco cada día conseguir la perfección personal y social. Si no lo hiciésemos, pues nada, tenemos ejemplos clarísimos: Sodoma y Gomorra, la decadencia del imperio romano y su degeneración, el nazismo, el comunismo soviético, los jemeres rojos, el hedonismo imperante, la corrupción que campea por nuestras ciudades, ….
      ¿Quiere más ejemplos?.
      Siempre a su disposición.
      Saturnino Martin Cerezo, el Ultimo de Filipinas.

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