lunes, 29 de abril de 2013

SI, A LA VIDA.

Esta Noticia es antigua, data del año 1999, pero LA RESISTENCIA ha querido que la misma quede insertada en el Blog como reconocimiento a la Vida y a todas aquellas personas que colaboran y ponen su conocimiento al servicio de la Humanidad, para que este milagro siga día a dia produciendose.
Ahora que otra vez entra en nuestro país a debate, queremos desde aquí hacer un llamamiento a nuestros políticos y asociaciones pro-abortistas para que tomen conciencia de que los no nacidos son VIDA desde su concepción.

La pequeña mano de un feto se extiende desde el útero materno para aferrarse al dedo del cirujano que lo opera.

Tiene, por cierto, 21 semanas de edad, una edad a la cual podría ser legalmente abortado en muchos países del mundo. La mano pequeñita pertenece a un bebé que debe nacer en Diciembre 28 y fue tomada en una operación en EEUU recientemente.
Este es un reportaje acerca de un desarrollo médico en el control de los efectos de la espina bífida... y en una foto que repercutirá en el continuo debate del aborto:
Tu primer instinto es retroceder con horror.
Parece una toma de algún terrible accidente.
Y entonces notas, en el centro de la fotografía, la pequeña mano agarrada al dedo del cirujano.
El bebé está literalmente sosteniéndose por su vida.
Esta es una de las más extraordinarias fotografías tomadas en la medicina y un record mundial de una de las operaciones más notables.
La foto muestra a un feto de 21 semanas en el útero materno, a punto de sufrir una operación de columna vertebral diseñada para salvarlo de un severo daño cerebral.
La cirugía fue efectuada enteramente a través de una pequeñisíma abertura en la pared uterina y el 'paciente' es considerado el más joven en sufrirla.
A esa edad, la madre pudo haber escogido el abortar el feto.
Su decisión de no hacerlo, sin embargo, llevó a una asombrosa prueba no solo para la tecnología médica, sino también para la fé.
Samuel Armas tiene espina bífida, la cual deja parte de su espina dorsal expuesta, luego de que el hueso no logró desarrollarse adecuadamente.
La operación fue llevada a cabo para cerrar esa abertura y proteger la médula osea, el centro que envía señales nerviosas al cerebro. Así, en un paciente no nacido, la operación fue efectuada sin remover al feto de la matriz.
Los instrumentos tuvieron que ser especialmente diseñados para trabajar en miniatura. Las suturas usadas para cerrar las incisiones fueron más delgadas que un cabello humano.
Julie y Alex Armas habían tratado desesperadamente de tener un bebé. Julie, una enfermera de 27 años, había sufrido dos abortos espontáneos antes de embarazarse con el hijo que ella esperaba llamar Samuel Alexander si era un niño. Entonces, a las catorce semanas, empezó a sufrir terribles contracciones.
Un ultrasonido reveló la forma del feto en desarrollo y su posición dentro del útero.
Cuando la foto se observó, fue el momento que todo padre en potencia teme. El cerebro de su hijono nacido tenía problemas y su espina dorsal emergía de una espalda deformada. Tenia espina bífida.
Ellos estaban devastados y destrozados, según comenta Alex, un ingeniero aéreo de 28 años.
En esta etapa, e incluso semanas después, la pareja pudo haber decidido tener su embarazo terminado.
En su hogar natal de Georgia, Estados Unidos, al igual que en Inglaterra, España y otros paises los aborto son ofrecidos de forma rutinaria.
A pesar de que números exactos no están disponibles, muchos padres aceptan. Para Julie y Alex, quienes son profundamente religiosos, eso no era una opción.
Eso no significaba, por supuesto, que ellos no estaban transidos de dolor pensando que el niño que tanto habían deseado era imperfecto. También les afectaba la culpa acerca de si habían tomado efectivamente la decisión de inflingir a su hijo años de incapacidad, dolor y sufrimiento. Así, al estar en los Estados Unidos, buscaron ayuda en el Internet.
La madre de Julie encontró un sitio que daba detalles de una cirugía pionera que se llevaba a cabo por un grupo de la Universidad de Vanderbilt, en Nashville, Tennessee. A pesar de que los resultados no se habían publicado en revistas médicas, ellos alentaron al Sr. y Sra Armas.
Su doctor los puso en contacto con el Dr, Joseph Bruner (es su dedo en la fotografía). Una carrera contra el tiempo había empezado. Debido a que afecta a la columna vertebral, la espina bífida puede llevar a una condición que causa daño cerebral. El Sr. y Sra. Armas fueron informados que si deseaban evitar esa condición, la cual aún no estaba presente en Samuel, ellos debían actuar rápido.
"No me preocupaba que el niño no pudiera andar," dice Julie, "pero quiero un niño que me reconozca."
La teoría detrás de la cirugía es que reparando el desorden espinal antes de que el bebé nazca se previene o limita el daño cerebral y da una mejor oportunidad de mejora. No cura la espina bífida, pero provee de una gran oportunidad de daño limitado a través de intervenciones tempranas.
Los riesgos sin embargo son enormes.
La controversia rodea a cada cirugía pues va contra la regla médica general de que el riesgo no debe superar el beneficio.
"Si muere, eso sería horrible para mi y para nosotros," dice Julie antes de entrar en el quirófano. Limpiando sus lágrimas, añade "Pero no para él. La peor cosa puede ser que si no hacemos esto y esto es un tratamiento común cuando él tenga 21, nos diga: por qué no sabían acerca de eso? y nosotros respondamos:
Si sabíamos, pero no lo hicimos por ti."
Entonces, una mañana a principios del mes, el Dr. Bruner urgía a su equipo a que se mantuviera callado" Shhh!" decía, "Van a despertar al bebé!" Robert Davis, quien reportó de la operación para el diario USA Today, dijo que la lesión que exponía la espina de Samuel se encontró en una área baja de la espalda, disminuyendo el riesgo de daño nervioso.
Una hora más tarde, el útero es gentilmente puesto en su lugar de nuevo. "Hermoso" dijo uno de los técnicos y el alivió se extendió por la sala.
A Julie le fue permitido ir a casa con Alex en los siguientes días. El bebé se espera para Diciembre 28.
El aún no ha sentido el toque de la piel de su madre contra la suya propia y no sabe nada de la vida fuera de la matriz, pero tal vez Samuel Alexander Armas será capaz de apretar la mano del Dr. Bruner de nuevo.
Nadie puede no sentirse conmovido por la poderosa imagen de esos pequeños dedos aferrándose a la mano del cirujano. Una mano que puede crear modernos milagros y salvar vidas que de otra manera están condenadas incluso antes de empezar.
Esta foto es un argumento emotivo y concluyente contra la terminación de embarazos anormales.

La historia de Samuel

El fotógrafo profesional que documentó gráficamente una revolucionaria intervención quirúrgica por espina bífida practicada dentro del útero materno a un feto de sólo 21 semanas de gestación en una auténtica proeza médica, nunca imaginó que sus fotos se convertirían en uno de los más conmovedores y eficaces estandartes de la defensa de la vida frente al aborto. Esta es la historia completa de una foto y del pequeño héroe que es su protagonista, Samuel Alexander Armas.
Michael Clancy, un fotógrafo profesional que nunca había cubierto casos médicos, se enteró que en la Universidad de Vanderbilt en Nashville, (Estado norteamericano de Tennessee), tendría lugar algo que podía considerarse como un "noticia importante", por lo menos en el campo de la cirugía: la operación de un niño por nacer en el vientre materno. Conseguida la autorización para tomar la foto, Clancy nunca se preparó para lo que su obturador registraría: el momento en el que pequeño bebé recién operado estira su pequeñísima mano desde el interior del útero de su madre para sujetar uno de los dedos del médico que lo había intervenido.
La espectacular secuencia fotográfica corrió como reguero de pólvora: tras un reportaje del periódico USA Today - el más vendido del país- varios diarios en Estados Unidos y en otras naciones recogieron la misma imagen.
Su repercusión llegó incluso hasta Irlanda, donde se convirtió inesperadamente en una de las banderas pro-vida con la que se quiere evitar la legalización de abortos aún en el período de gestación durante el que fue intervenido el bebé.
Pocos hasta ahora se han podido explicar con precisión el poder conmovedor de la fotografía: las páginas de Internet con su imagen registraron cifras récord de visitas, y la foto ha circulado copiosamente en grupos de discusión y correos electrónicos. La atracción de la imagen tal vez radica en que, al observarla con detenimiento, ésta transmite un mensaje elocuente: la vida del bebé literalmente pende de un hilo; los especialistas aún no están en capacidad de mantenerlo vivo fuera del útero materno y deben tratarlo dentro de la matriz para corregir su fatal anomalía y cerrar luego el ambiente en el que debe terminar de crecer.
En ese marco dramático, el pequeño bebé toma el dedo del médico, como si quisiera transmitir su fragilidad y, a la vez, su agradecimiento. La imagen ha sido considerada como una de las fotografías médicas más importantes y el recuerdo de una de las operaciones más extraordinarias registradas en el mundo.
Pero esa fotografía tan elocuente no ha estado exenta de polémicas generadas especialmente en las tiendas abortistas.
Algunos dirigentes pro-aborto, por ejemplo, han señalado que la foto es "una burda manipulación"; admitiendo tácitamente que la imagen ha mermado significativamente la causa del aborto no sólo enEstados Unidos, sino también en otros países.
Un episodio elocuente de la polémica suscitada tuvo lugar a fines de 1999, cuando el excéntrico periodistade Internet Matt Drudge se enfrentó con la poderosa cadena Fox, del magnate de los medios Rupert Murdoch. Drudge, un periodista del escándalo que es también un convencido pro-vida, había decidido abrir la primera secuencia de su programa de noticias en Fox con la espectacular foto que muestra la mano de Samuel, que para entonces ya había dado la vuelta la mundo.
Los directivos de Fox, que se precian de respetar el derecho Drudge diga prácticamente de todo en su programa, incluyendo los detalles más salaces de la relación entre el Presidente Bill Clinton y Mónica Lewinsky, prohibieron tajantemente que el periodista exhibiera la foto.
La razón que dieron para justificar su la decisión rayaba en lo inconcebible: según los directivos, la fotografía se prestaba a "confusión", porque se trataba de una intervención de un no nacido para curarlo de un caso de "spina bífida", mientras que Drudge pensaba hacer un "uso indebido" al presentarla como un testimonio favor de la vida y en contra del aborto.
La razón de fondo era evidente: en Fox no se muestran bebés que contribuyan a reforzar los argumentos pro-vida. Drudge abandonó el set enfurecido, dejando a Fox sin programa y acusando a los directivos de practicar "pura y simple censura". "Yo expliqué que dejaría en claro de qué cosa se trataba la fotografía, pero que quería usarla como respaldo dramático para demostrar hasta qué punto un feto de 21 semanas está desarrollado".
"Si hubiera mostrado la foto de un huevo de águila con el pollo asomando una pata, no me hubieran hecho ninguna crítica".
"El problema es que se trata de un ser humano", dijo Drudge.
Los editores, por su parte, respondieron con acostumbrado cinismo: "lo que él llama censura -dijeron-, nosotros llamamos edición".
Por suerte, las reacciones positivas han sido mucho más importantes. La impactante imagen fue considerada por la revista Life como una de las 12 fotografías más importantes de 1999. La selección de Life decidió que la imagen de Samuel Armas tomando la mano del médico Joseph Bruner merecía ser considerada también como una de las más importantes de la década.
Por otra parte, según Justine McCarthy, una veterana periodista irlandesa, "nadie puede dejar de sentirse conmovido por la poderosa imagen de esta pequeña mano sujetando el dedo del cirujano" y así como una mano puede salvar vidas, esta imagen "es tal vez el argumento más fuerte contra el aborto".



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